sábado, 27 de noviembre de 2021

Tradución de A Love Letter Prose Poem by Ravi Kopra

 

A Love Letter Prose Poem - Poem by Ravi Kopra


Dear Love,

I am not gushing, over flowing with the love of a teenage girl.Though I did it long ago. I will not tell you I will die without you, I cannot live without you. Though I used to feel like this long ago. It will be a lie if I tell you so. I have always been honest with you, and I love it being so. And I know you do too.

Sitting in my backyard today on a sunny beautiful autumn day, in my lounge chair near the fountain in the flower garden that you planted for me last spring, I started reflecting on how I feel about you. I felt, somehow, you are always on my mind though with not the same intensity. Somedays I miss you a lot and in those moments, time stands still. I wish you were very close to me. The intense desire to be with you overwhelms me. In my mind I feel you are hugging me in the warmth of your arms with my head on your chest listening to your heart beats. And I feel like never getting out of the warm nest that cools my soul. I get lost in the feelings of calmness, inner solitude, meditative restfulness, desiring always to be with you like this, in your arms, you holding me close to your heart.

On other days I tell myself - little teenage girl, wake up. He has his life half a world away. You have only known him for a short while. How do you know who really he is. And during those moments I start realizing the reality of life, I become myself and keep on doing what day to day chores I have to do to live my life in peace, Still my sentiments on you flow like a tide. I cannot control them. They sweep me off my feet, and I am lost in you again for hours. The waves of desire do not pass away soon. The tide builds up and keeps on surging. And I feel I will die without you in starvation. I cannot bear it. It overwhelms me.And then in my helplessness, I open my eyes and see the world as it is. The waves descend slowly.

My love, I can live without you. But you have possessed me and I am inhabited by you. You live inside me. And that's the feeling I do not know how to tell you to touch your heart, but I will show you how I feel the next time I am with you.

Me,
Your Spanish love. The love who desires you
deep down from her heart. And waits for you.

 

Ravi Kopra

2018.01.18

TRADUCCIÓN

 Poema en prosa de una carta de amor - Poema de Ravi Kopra


Querido amor,

No soy efusiva, rebosante del amor de una adolescente, aunque lo hice hace mucho tiempo. No te diré que moriré sin ti, o que no puedo vivir sin ti. Aunque solía sentirme así hace mucho tiempo. Sería una mentira si te lo dijera. Siempre he sido honesta contigo y me encanta que así sea. Y sé que tú también.

Sentada en mi patio trasero hoy en un hermoso día soleado de otoño, en mi sillón cerca de la fuente en el jardín de flores que me plantaste la primavera pasada, comencé a reflexionar sobre lo que siento por ti. Sentí, de alguna manera, que siempre estás en mi mente aunque no con la misma intensidad. Algunos días te extraño mucho y en esos momentos el tiempo se detiene. Ojalá estuvieras muy cerca de mí. El intenso deseo de estar contigo me abruma. En mi mente siento que me abrazas en el calor de tus brazos con mi cabeza en tu pecho escuchando los latidos de tu corazón. Y siento que nunca salgo del cálido nido que enfría mi alma. Me pierdo en los sentimientos de calma, soledad interior, descanso meditativo, deseando estar siempre contigo así, en tus brazos, sosteniéndome cerca de tu corazón.

Otros días me digo a mí misma: pequeña adolescente, despierta. Tiene su vida a medio mundo de distancia. Lo conoces desde hace poco tiempo. ¿Cómo sabes quién es realmente? Y durante esos momentos comienzo a darme cuenta de la realidad de la vida, me convierto en mi misma y sigo haciendo las tareas del día a día que tengo que hacer para vivir mi vida en paz. Aún así, mis sentimientos sobre ti fluyen como una marea. No puedo controlarlos. Me enloquecen y vuelvo a estar perdida en ti durante horas. Las olas del deseo no se desvanecen pronto. La marea aumenta y sigue subiendo. Y siento que moriré sin ti de hambre. No puedo soportar esto. Me abruma y luego, en mi impotencia, abro los ojos y veo el mundo tal como es. Las olas descienden lentamente.

Mi amor, puedo vivir sin ti. Pero me has poseído y estoy habitada por ti. Vives dentro de mi. Y esa es la sensación de que no sé cómo decirte que toques tu corazón, pero te mostraré cómo me siento la próxima vez que esté contigo.
 

Yo,
Tu amor español. El amor que te desea
en el fondo de su corazón. Y te espera.
 

 Ravi Kopra

lunes, 25 de enero de 2021

La venganza de Filomena

Foto gratuita de Pxhere https://pxhere.com/es/photo/830797
 
 

A través de mis ventanas la nieve estuvo cayendo desde el atardecer del viernes hasta entrada la mañana del domingo.

¡Qué ilusión ver los copos posarse, cuál plumón agitado por Eolo, aquí y allá!

Una serena quietud reinaba en el paisaje, en la tierra, el planeta y el alma de los espectadores.

Nuestro espíritu alegre y ameno se fue transformando con el paso de las horas.

Lo que solía ser esperado con ilusión me volvió apesadumbrada y reflexiva.

La quietud y el silencio invadieron el espacio. Todo se tornó mudo y taciturno durante horas.

La caída incesante solo se dejaba ver.

Frente a la hermosura infinita contemplada cundía una temible pausa inerte, pasiva y desafiante.

La naturaleza empezó a esconderse bajo un pesado manto blanco que hizo inclinar la gallardía de sus ramas. Doblegó sus troncos más jóvenes y frágiles, por falta de experiencia. La belleza se apoderó del campo, lo domó, lo puso de rodillas ante el inmenso poder de la frágil, etérea e inocente nevada.

Filomena, nombre de musa del más hermoso de los mitos, se volvió demasiado abundante, pesada, empalagosa e indudablemente vengativa. Como todo lo que abunda en demasía. ¡Se volvió infumable!, que dirían muchos de sus sufridores.

¿Qué culpa tendremos los españoles de que la damisela fuera violada y ultrajada, según Ovidio, por su cuñado Tereo? ¿No le rindió ya el tributo merecido el grueso de nuestros literatos? ¿No le bastó el cántico poético de Lope? ¿Por qué ha venido, entonces, a descargar a mi país su ira? Me preguntaba yo, al contemplar el incesante desplome.

Frente a aquella inmensidad grosera y blanca uno no tenía más remedio que convencerse de la inexorable finitud del ser humano en nuestro Planeta.

Hasta el más desafiante se achanta ante semejante cándida magnitud. Incluso el verbo de tu garganta se amordaza. Se manifiesta lánguido y mortecino, como desconfiando de escucharse a sí mismo. Acallas tus palabras y enmudeces porque el más mínimo susurro sería una violación del mutismo reinante.

El movimiento va cesando. Las hojas y las ramas han desistido de su eterno balanceo. La espesa capa albina, sin culpa ni mancha, las retiene cohibidas, cabizbajas o atrapadas, como el pie del guerrero vencedor aplasta el cuello del luchador vencido.

La cúpula celeste, antes vomitando copos centelleantes, se ha insensibilizado bajo tonos grisáceos inexpresivos, dejando flotar sobre tu cabeza la tapa glacial de una olla a presión.

El paisaje, una vez verdoso, resplandece ahora bajo una luz albar cegadora.

Me vuelvo tímida, diminuta y reflexiva. Enjaulada por una vengativa y poderosa insignificancia argéntea e inmaculada que me retiene tras los vidrios y achica mi espíritu brioso.

Ultimada su venganza, contemplo, a la salida del sol, el devaneo del ir y venir de las aves. Observo la ensoñación de cómo el ruiseñor Filomena se encamina hacia la lejanía del bosque. Allí entonará sus más hermosos cánticos tristes y melodiosos. Las Prognes golondrinas ensangrentadas y heridas tratarán, en vano, de hallar a Filomena encaramándose a los tejados madrileños y manchegos. Mientras, el machista abusón y violador de Tereo, transformado en abubilla, volverá a escaquearse de la justicia española, alimentándose eternamente, como es su costumbre, de estiércol.