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miércoles, 8 de abril de 2009

VIDEO: I Love You So/ Te amo tanto



And I love you so/ Te amo tanto por Perry Como

Video

Lyrics/ Letra


And I love you so
The people ask me how
How I've lived 'til now
I tell them I don't know

I guess they understand
How lonely life has been
But life began again
The day you took my hand

And yes I know, how lonely life can be
The shadows follow me
And the night won't set me free
But I don't let the evening get me down
Now that you're around me

And you love me too
Your thoughts are just for me
You set my spirit free
I'm happy that you do

The book of life is brief
And once a page is read
All but life is dead
That is my belief

And yes I know, how lonely life can be
The shadows follow me
And the night won't set me free
But I don't let the evening get me down
Now that you're around me


Gracias TROY por tu fabulosa traducción.

martes, 7 de abril de 2009

REFLEXIÓN: Las relaciones y la comunicación



















A veces te ilusionas por una persona y pones tu mejor empeño en conocerla. Pero cuando eres adulta los seres humanos ya hemos tenido nuestras malas experiencias anteriormente. Nuestro corazón ya no es que era como cuando teníamos 15 años. Las malas experiencias nos hacen ser precavidos y a veces hasta desconfiados. Si una de las dos personas que quieren entablar una relación, se topan con otra que está “quemada”, la futura relación dependerá mucho de lo que ambas partes valoren al otro, y las dos tendrán que poner todo en el asador para que haya una comunicación fluida entre ambas. Lo que vas a sacar muy pronto en claro, es si la otra persona te va a frustrar por su desconfianza y malas interpretaciones sobre tus actos. Esto, a pesar de todos tus intentos por mantener tu ilusión, acabará con ella. Si la otra parte se niega a ser comunicativa contigo, tu desilusión será aún mayor. Porque ni te dará pie para que te comprenda, ni a que llegue a conocer tus deseos, inquietudes o necesidades afectivas; ni tampoco te dejará posibilidad de explicarte ante sus malas interpretaciones sobre tu forma de actuar o de decir.

La falta de comunicación es el mayor de los males entre las personas que tratan de entablar una relación. Mediante el intercambio comunicativo se aclaran las dudas, se conoce al otro, se pierde el miedo a la parte que uno desconoce de la otra persona, se llega a saber si el otro es sincero o no, y –como mínimo- se puede establecer una buena amistad.

Cuando una de las dos partes, por el motivo que sea, se niega a esa comunicación o no colabora en ella, llega un momento en que te plantearás el tirar la toalla, al darte cuenta – por mucho sentimiento que tengas por la otra persona- de que esa es una relación sin futuro, y que lo único que te va a causar son frustraciones y dolor.

Durante la madurez, tratamos de que las relaciones que entablamos sean fáciles y llevaderas, que no nos planteen grandes problemas. Que todo en ellas transcurra de la forma más natural posible. Pero si una de las partes se empeña en hacer las cosas de forma irresponsable e inmadura, se niega a ser comunicativa contigo, ve cosas en ti que no existen, sospecha de ti cosas que no son, y debido a eso, te trata de forma brusca injustificadamente o saca sobre ti conclusiones erróneas que hacen daño a ambos...Debemos plantearnos seriamente si debemos alejarnos de esa persona - antes de que nuestros sentimientos por ella vayan a más- a no ser que le veamos atisbos de un cambio radical de actitud hacia nosotros y hacia nuestra relación...Ya que los seres maduros, debemos evitar el sufrimiento que nos intentan provocar de forma gratuita e innecesaria, procedente de personas egoistas, inmaduras, consentidas en su mala educación, hechas polvo por sus previas malas experiencias amorosas- de las que tu no eres culpable- o bien porque carecen de una personalidad estable y coherente. Y sobre todo, debemos exigir ser tratadas con la misma sinceridad, gentileza, ternura y consideración con la que nosotros las tratamos, y no permitir que estas nos malinterpreten bajo ningún concepto - y, por supuesto- no sentirnos culpables cuando estas lo hagan, ya que el problema no radica en nosotros, sino en ellas.

Madrid, 07/04/2009 8:47:01

domingo, 5 de abril de 2009

POEMA: Quisiera














Quisiera
Saber por qué
No has querido hacerme olvidar
Lo último que me gritaste.

Quisiera saber
Porqué soy la única persona en el mundo
A la que no se debe dar ni una explicación,
Ni se merece una disculpa.

Quisiera
A pesar de todo,
Que todavía desearas escuchar palabras de amor
Emitidas por mis labios.

Quisiera
Que los palpitos alocados de mi corazón
Cesaran su galopar
Cuando te tengo delante,
Para poder decirte...

Quisiera
Saber porque el cruzarte conmigo
Parece hacerte daño.

Quisiera
Que cesara el dolor que siento
Cuando miras hacia otro lado
Cada vez que te encuentro.

Quisiera
Que me dieras
Esa oportunidad que aún no me diste.

Quisiera
Dejar de sentir
La inmensidad del dolor
Que me causa tu desamor.

Quisiera saber
Porque preferiste preguntar sobre mí a otros
Y no a mí.
Porque prefieres hablar a otros de mí,
Pero no a mí.
Porqué creíste a otros,
En vez de a mí.
Porque siempre me has juzgado de antemano,
Y no me has dado el derecho a expresarme.


Quisiera
Quisiera saber
Porqué has tomado en vano
El amor que hiciste nacer en mí.

Quisiera saber
Si crees que aún hay algo en mi
Que pudiera hacerte feliz.

Porque de no ser así...

Quisiera
Que las partículas que forman mi ser
Se dispersaran tanto
Que ya no pudieras encontrarlas más.
Quisiera
Dejar de existir en este mismo instante.
Porque ya no puedo tener tu mirada
Ni tus palabras,
Ni tus caricias,
Ni tus besos,
Ni a ti...
Y si ya no quieres nada de mí.
Es lo único que se me ocurre
Para que pueda olvidarte.


Madrid, 05/04/2009 0:26:27


sábado, 21 de marzo de 2009

POEMA: Ha llegado la primavera


Petunias en el parque

Foto robada mi amiga Glo, cuya mirada especial, convierte en poesía lo que los demás ni siquiera ven, al pasar cada día.



POEMA:

¿Ha llegado la primavera?

Dicen que la primavera ha llegado,
Que el mimoso hace días que está florecido,
Que el azahar ya se ha puesto su blanco vestido,
Que el lilo, junto a mi ventana, ha enrojecido,
Que los pajarillos, una vez más, han comenzado su nido,
Que el palomo sigue a su hembra desplegando su mejor colorido,
Y yo te pregunto,
¿Para cuándo tu “prima vera”*?
Porque tu alma enamorada, aún
una palabra o una sonrisa espera...


* “prima vera” = primera verdad

Cuando quieras, ya puedes empezar a cantarme esta canción:

"La mujer que yo quiero" de Serrat (¡Ah!, y cuando llegues a "Juanito", por favor, cámbialo por tu correspondiente "-ito". Gracias).





Madrid, 22/03/2009 0:17:51


OTRAS COSITAS:

Hola queridos lectores (inclúyanse también mis lectoras, no soy ni sexista ni ministra) y podcast-oyentes:

Hoy he tenido un día parecido al de Clarissa Dalloway, pero solo en lo movido, removido, conmovido y desechado. (Socooorro Santi, me estás contagiando con tus requete repeticiones). Me sentía completamente feliz y sin motivo aparente. Como si me hubiera quitado un lastre de encima... El cielo estaba completamente azul, pasó un avión dejando rastro de tiza blanca que se iba hinchando y disipando, el parque estaba lleno de vida. Lo siento pero no pude abrir mis contras –como hizo ella- porque ya llevan casi 15 años cerradas....Tal vez, algún día tenga un motivo para dejar entrar la luz del sol en mi casa. También - y no se porqué- he adornado mi salón con flores amarillas, que mi subconsciente me obligó a comprar en Carrefur (¡es la primera vez que me regalo flores!), ¡Madre mía! ...Ahora que me doy cuenta...he comprado ¡¡margaritas amarillas!! que significan: “gentileza, inocencia y amor leal” ¡No se me alarmen, señorías!... pronto se marchitarán y las tendré que tirar a la basura...en esta época ¿A quien le importa todo eso? Bueno, pues, a mí sí... pese a quien pese... y además, ¡Um, huelen deliciosas! Y mis gatitos ni las han tocado...así que están felices con mis flores y sus atributos...supongo. ¡Ah, y al contrario que la Woolf!, no tengo el menor interés en el suicidio, sino más bien en todo lo contrario...Es decir...He decidido darme una nueva oportunidad y empezar a vivir desde YA. Así que comenzaré por lo más IMPORTANTE...¡Aprenderé a patinar! Algo que quiero hacer desde que era pequeña y aún no se como se hace...Aí que de mañana no pasa...¡Algo es algo! (Como ya se me ha quitado el dolor del rabadillazo que me día el primer día que lo intenté...Pero hoy me he comprado un cacho casco...que ni se me ve debajo...que espero proteja mi cerebrin adecuadamente.)

Es tarde. Me voy a dormir, y de paso, acostaré también al ratón de mi "Pisí" (entiéndase PC, cariñosamente), que sino mañana no doy pie con "patín"...¿o es "bola"?

Besitos a todos y que durmáis bien.

Madrid, 22/03/2009 0:58:17

martes, 10 de marzo de 2009

REFLEXIÓN: Aries vs Géminis














Bolita y Mamá

Va por ti Bolita - a ver si ya, y de una vez por todas, con estas pistas- acabas entendiendo a tu madre y a tu hermana. Porque “Nunca es tarde si la dicha es buena”.

NOTA: Mis seres más queridos, mi hijo y mi hermana - entre otros- son Géminis; mientras que mi hija y yo somos Aries.

Hoy estoy un poco espesa. Me he levantado muy tarde, porque mi hijo y yo tuvimos una larguísima charla que duró hasta las 02:30 de la madrugada. Pero mereció la pena, porque dejamos, por fin - y seguramente por primera vez- aclaradas una serie de dudas, y creo que, firmado un pacto verbal ( el Nº ciento no se cuantos), que puede ser la piedra angular de nuestra relación a partir de ya...¡Que no es mala... pero para una Aires todo es siempre perfeccionable, en esta vida!


Géminis es un signo maravilloso, pero hay que entenderlo, incluso sin palabras. Los géminis son, con diferencia, los seres más inteligentes, ingeniosos, simpáticos y sociables del zodiaco, y así se comportan generalmente, sabiéndolos llevar. Pero su doble personalidad hace que tengan un pronto incontrolable al que yo llamo “Tantrum” (pataleta). Este tantrum puede ser desencadenado, dentro de ellos, por un acontecimiento serio o una nimiedad. Por ejemplo, el hecho de que invadas su territorio, principalmente cuando está ocupado; que le hables cuando no quiere escuchar; que no le contestes con cordura, sabiduría, razonamiento y le sigas el hilo siempre que te habla; que entres en su habitación sin permiso o sin llamar; que toques sus cosas; que le dejes la ventana abierta; que no hagas lo que te ha ordenado o que encuentre una simple araña en el baño. A Géminis le encanta gastar bromas - que a veces suenan hasta crueles, por la frialdad con la que lo hace sobre cosas muy serias- pero no admite que Aries le gaste una broma del mismo calibre porque no la aguanta, y se pone hecho un energúmeno ¡Claro que eso solo le dura unos minutos! Géminis tiene tal sentido de la perfección humana, que no soporta ni un solo fallo en los demás, pero no suele mirarse al ombligo. Ve la paja en el ojo ajeno, pero su excesivo orgullo le impide ver la viga en el suyo. Es decir...a un Géminis, por ejemplo, se le puede olvidar el apagar el gas 2 veces en un mes (cosa que él no se puede permitir, por lo perfecto que es, y trata de corregir inmediatamente), pero como a Aries se le pegue o queme la comida 4 veces en 1 año, a la tercena empezará a chantajearla. De tal manera que, cada vez que Aries le pida un pequeño favor, contestará algo parecido: “Vale, te lo hago cuando vayas al médico para que te realicen un test de la memoria, porque estás poniendo en peligro nuestras vidas con el gas”. Aries calla o empieza a pasar de todo o a tomar decisiones drásticas para hacer que Géminis madure -porque Aries sabe, por ejemplo, que Géminis lleva olvidando apagar el calentador de gas durante años, a pesar de que Aries se lo haya repetido ya tres o cuatro veces- ... por no ser escuchada. Es posible que debido a eso se estropee dicho calentador... y se queden sin agua caliente durante más de una semana o sin él, en caso de que no se puedan permitir otro...Pero eso no es lo que le importa a Aries. Aries es generosa, cariñosa, amable, creativa, trabajadora, reflexiva, ... pero se enfada mucho con sigo misma (durante aproximadamente unos 10 minutos), cuando se frustra porque su labor es denigrada, no reconocida o no tenida en cuenta. Y, a veces, opta por dar una paqueña lección inolvidable a su varón Géminis.

Una mujer Aries puede pasar perfectamente sin las cosas materiales más esenciales de la vida, pero no sin el afecto, el aprecio y el apoyo de sus seres queridos. Una mujer Aries no busca que el varón Géminis sea perfecto, sino ser querida y apreciada, por él, en la medida de lo que ella vale. Así que, lo que a una mujer Aires le importa realmente, es el comportamiento del varón Géminis hacia ella, es decir:

1. Que Géminis la escuche cuando habla. Aries escucha, aunque, a veces no lo parezca. Lo que pasa es que es más lenta en asimilar, y tarda más en reaccionar, porque reflexiona antes de actuar.

2. Que Géminis crea en Aries y que, antes de juzgarla, observe como ella se comporta a diario y saque conclusiones lógicas sobre ello, y después le diga lo que cree que ella hace bien, mal o debería rectificar. Tal como hace Aries con Géminis.

3. Que Géminis obre en consecuencia después de haber escuchado a Aries. Porque Aries siempre actuará con Géminis tal y como este se lo ha pedido la última vez. Porque Géminis es variable, cambiante e inseguro, y unos días dice gris, otros blanco y los demás negro. Pero Aries, descontando algunos días de cambios hormonales, siempre está segura de lo que quiere, y no es variable, aunque a veces lo parezca, cuando se enfada.

4. Que Géminis cumpla con lo dicho a Aries. Aries cumple con lo que Géminis le ha pedido.

5. Que Géminis baje su nivel de orgullo masculino hasta una altura suficiente como para comprender a una mujer Aries. Aries es también orgullosa, pero rebaja su orgullo ante sus seres queridos.


6. Que Géminis entienda que una Aries, por mucho que quiera a su Géminis, jamás permitirá que su varón Géminis:

6.1. La chantajée para conseguir que Aries haga algo, que a Géminis le interesa. En este caso Aries se pondrá cada vez más tozuda. A la mujer Aires solo se la convence por las buenas y con amor y cariño; nunca por las malas.

6.2. Que Géminis se comporte como un niño a los 28 años o más años, cuando Aries ya le ha pedido varias veces que se comporte como un hombre y que la respete. En este caso Aries le dará una lección, para poner a Géminis en su sitio. A Aries le gusta que los varones Géminis sean hombres independientes y se comporten como tales. A la mujer Aries no le gusta tener que educar a niños grandes.

6.3. Que Géminis le hable a gritos o atropelladamente desde su gran altura o por encima del hombro para amedrentar a la pequeña, y físicamente más débil, mujer Aries. En este caso Aries no hablará al varón Géminis durante un tiempo (por ejemplo, un día, 2 o 3, si es necesario; mientras mantiene una lucha consigo misma, sobre lo que considera "mantenerse en sus trece" y sus sentimientos), aunque ya no esté enfadada, para hacer reflexionar a Géminis. O como mucho, Aries se tomará la molestia de recordarle al varón Géminis: “Con ese comportamiento no vas a ninguna parte. Y lo único que conseguirás será tener problemas en tus relaciones con tus amigos, las mujeres que te quieren y todos los que te rodean”. Pero normalmente, la mujer Aries madura se callará, porque al varón Géminis no le gusta que le digan las verdades, ni que le corrigan (al creerse perfecto...eso no se le puede decir) porque acrecentará su tantrum durante un rato, hará que Géminis se meta en la espesura, se deprima y que no vea el horizonte por ningún lado durante unos días.

6.4. Llame, haciendo aspavientos o teatro, a Aries para que le mate la araña. En este caso Aries pasará de Géminis, porque piensa que ya es hora de que este supere sus miedos ancestrales. A la mujer Aries le harán gracia las exageradas y teatrales bobadas o gritos de Géminis, y se reirá por lo bajini. Aunque la mujer Aries tenga sus miedos encontrará la forma de superarlos por sí misma.

7. Que la mujer Aries y el varón Géminis puedan jugar juntos y a lo que sea, pero que el varón Géminis no juegue con la mujer Aries.

8. La mujer Aries tiene un gran sentido del humor. Es capaz de hacer bromas sobre sí misma, pero no acepta con agrado que el varón Géminis se ría de ella, sino con ella. Por eso a ella tampoco le gusta reirse, ni burlarse del varón Géminis.



Bien,... entonces ¿Cómo podrá un Géminis varón –mimoso y orgulloso donde los haya, y que, además, siempre quiere jugar con ventaja sobre ella- conseguir que su adorada Aries le haga caso y/o lo que él desea?

Es muy fácil... ¡Acordarse de lo que Aries le ha dicho o ha pedido que haga (¡que casi nunca es mucho! pero es de gran valor para Aries) y que esto sea cumplido por el varón Géminis. No es necesario que sea de immediato, porque la mujer Aries también sabe esperar. (Yo, por ejemplo, tengo mucha paciencia, aunque mientras espero desespero, sin que lo parezca).


Si Géminis cumple con lo pactado –y además, no es abusivo con Aries, ni le toma el pelo- sino que se deja mánsamente y voluntariemente querer, cuidar y mimar, por las buenas, por la mujer Aries... todo será una balsa de aceite entre los dos. De todo contrario, la mujer Aries se mantendrá en lucha constante contra ella misma, para hacer entrar en razón a su varón Géminis, y su relación será una batalla campal y silenciosa sembrada de escasos encuentros fortuitos. La pequeña-gran Aries se pasará la vida intentando buscar un equilibrio en la desequilibrada inestabilidad del gran varón pitufo-sabe-lo-todo Géminis, que por otro lado - acostumbrado a ser "el niño bonito y gracioso" -¡y lo es!- se vuelve caprichosito, comodica y un niño mimado. Así que la mujer Aries siempre actuará de acuerdo con lo último que el varón Géminis de haya dicho o gritado - aunque sea ilógico, irracional, le moleste mucho, la deprima, la mortifique o no sea lo que ella quiere en absoluto- para demostrarle a Géminis que lo quiere, lo respeta, y sobretodo, para que él mismo vea, con el tiempo, que está cometiendo un grave error y trate de rectificarlo por sí mismo.


Géminis debe tener en cuenta también que -aunque Aries es una luchadora y una guerrera incansable- siempre está dispuesta a la negociación pacífica, y a escuchar, siempre y cuando Géminis le hable razonablemente, y con la mínima cortesía y caballerosidad exigible en cualquier relación humana.


Una mujer Aries siempre le va a dejar elegir a su varón Géminis cómo quiere que sea la relación entre ambos, y obrará en consecuencia. No por venganza - porque Aries no es vengativa- sino porque la mujer Aries es muy segura de sí misma y de lo que quiere, y porque no se deja dominar fácilmente, (y menos por la fuerza o el chantaje), y solo se la gana con un poquito de atención, por parte del varón Géminis, léase: carantoñas, mimos, bromitas graciosas, juegos, etc.... Porque este sí que es el punto flaco de una Aries (¡Ups,... Tal vez no debería revelar dónde la mujer Aries tiene su Talón de Aquiles!).

Madrid, 10/03/2009 12:54:06

viernes, 27 de febrero de 2009

POEMA: Aun














Aún siento
Sobre mis labios
Los besos
que jamás me has dado.

Aún escucho
Las palabras
De amor
Que nunca me has dicho.

Aún recorren
Mi piel
Las caricias
Que jamás me has hecho.

Aún rodean
Mi frágil cuerpo
Los abrazos
Que nunca me has dado.

Aún huelo
A tu perfume
De enamorado
Con el que jamás me has impregnado.


De cuando en cuando
Aún
Saboreo la sal
De las lágrimas
Que me has dejado.


Madrid, 27/02/2009 6:14:28

jueves, 26 de febrero de 2009

REFLEXIÓN: Las relaciones humanas y la honestidad
















Creo que las relaciones humanas ya son de por sí lo suficientemente complicadas como para añadirle aditivos que las compliquen.
Desde mi punto de vista, la falta de honestidad por parte de ambos implicados en una relación, bien sea de amistad, amor o de algún tipo de negociación, debe basarse en igualdad de condiciones, información y en la confianza mutua entre ambas partes.

En las relaciones de amistad o de pareja, si una de las partes trata de sacar ventaja sobre la otra de alguna forma, por ejemplo, confiando más en la información que terceros le puedan proporcionar sobre ti, más que la que tu misma le puedas dar, o te das cuenta - por algo que presenciaste antes- de que te está mintiendo o de que no te quiere decir la verdad para no sentirse en desventaja, etc. Eso demuestra claramente que la otra parte no confía en ti.

Pienso que no se puede establecer ninguna relación basándose en un principio de desconfianza por alguna de las partes.

Cuando te presentas ante alguien que te interesa o piensas que te podría interesar, con el corazón limpio, y no eres correspondida en la misma medida. Cuando lo que te devuelven es miedo, falta de sinceridad, o incluso burla... es complicado de asimilar. Así que por mucho interés que tengas en conocer mejor a esa persona, tómate un tiempo para reflexionar, y descubrir hasta qué punto debes empeñarte en establecer una relación con alguien que no es franco contigo, que ya antes, por desconfianza te ha malinterpretado, que tiene pánico de decir la verdad por causa de sus frustraciones previas, y sobre todo, si tampoco te demuestra que tenga gran interés sobre tu persona. Porque, probablemente, la tuya vaya a ser una lucha infructuosa, sin sentido y que te cause mayor daño en el futuro del que te pueda causar ahora no seguir adelante.

Siempre puedes colocar en una balanza los pros y los contras, y ver qué pesa más dentro de ti...En el mundo de los sentimientos, la razón no suele ir muy ligada a lo que sentimos. Muchas veces el raciocinio te dice “No metas tu cabeza por ahí”, pero tu erre que erre, y sin saber el motivo, ni el porqué...No hay quien te saque de tu cabezonería.

Bueno la única ventaja o desventaja –según se mire- de que tú tomes tus propias decisiones, sin consultar a nadie, más que contigo misma, está en que si la relación fracasa no tendrás a nadie a quien echar la culpa, porque no pediste una segunda opinión o no hiciste caso de las opiniones de terceros.

Madrid, 26/02/2009 13:55:23

viernes, 20 de febrero de 2009

POEMA: Mientras te afeitas













Mientras te afeitas cada mañana
Tus cálidas manos recorren mi vientre
Se deleitan por mis senos
Y arrullan mi espalda.

Mientras te afeitas cada mañana
Al mirarte en tu espejo
Adivino que encuentras
Mi cara en la tuya reflejada.

Mientras te afeitas cada mañana
Me refugio en el calor de tu torso
Que me enternece en la distancia
Entretanto estrecho mi almohada.


Madrid, 20/02/2009 4:12:20

jueves, 19 de febrero de 2009

CUENTO: El miedo
















Ella no sabía como decirle que era una asesina. Había dado muerte a su antiguo amante y que temía matarlo a él también. Lo amaba profundamente, pero no podía permitir que su amor volviera a matar. Ella no había usado venenos, ni armas, ni violencia; si nocturnidad, pero nunca alevosía. No le quedó la menor duda de su culpabilidad, cuando en el día del entierro, alguien le gritó: “¡Tu lo mataste!” Si, ella estaba segura de que había acabado con su frágil órgano cardiaco. Porque cuando él se le acercaba este se aceleraba o daba trompicones, de tal manera, que barruntaba detenerse de un momento a otro. Y ante su sonrisa él solía repetirle: “Tu boca me hechiza, me enerva. ¿Es que no te enteras de que puedes matarme o volverme loco cuando me sonríes así?”. Por eso, había tratado, por todos los medios, de no volver a enamorarse. Para no cometer otro asesinato. Quiso impedir la muerte de su amado. Había reprimido al máximo su pasión por él, pero eso lo había vuelto más loco aún ¿Cómo podría haber evitado que él la deseara con solo mirarla o al rozarla? Ella había tratado de reducir sus encuentros amorosos. Siempre la había aterrado el hecho de que su corazón fallara estando en sus brazos. Eso la convirtió en más monstruosa si cabe. (** PÁRRAFO OMITIDO**) Ya en coma, cuando ella le hablaba o le tocaba, sus constantes vitales, casi planas, se convertían en aterradoras montañas. Por eso la ponían enferma los hospitales, se mareaba ante las jeringuillas, no quería ver doctores ni en película... y su cerebro la protegió con un extraño mecanismo de defensa que le impedía recordar sus sueños.

¿Cómo podría advertir ahora a su amado que ella podía ser peligrosa para él, para su corazón...que temía matarle a él también? ¿Como podría decirle? “¡Siento pánico de que dejes de existir por amarme!”.

Madrid, 19/02/2009 13:48:42

En honor a Toñi, mi fiel seguidora, añado el párrafo que había omitido en el cuento, por considerarlo algo escabroso:

** Él era un maldito, embrujado por ella, que aún en la ICU deseaba poseerla. Y aquella fue la única vez que ella había sido capaz de negarse a ser suya. **

Besos, Toñi.

Añadido en Madrid, 20, febrero, 2009, 10:30

lunes, 16 de febrero de 2009

POEMA: Loado sea mi cuerpo















Loado sea mi cuerpo
Que contiene todo mi ser
Y alberga mi existencia.

Loado sea mi cerebro
Que cobija mi juicio,
Y controla mi esencia.

Loados sean mis ojos
Mirador abierto al mundo
Que me muestra la gracia concebida.

Loados sean mis oídos
Despiertos al bullicio
Que va y viene
Entretanto me entretiene.

Loados sean mis labios
Que me ofrecen una sonrisa
En tiempos de dicha
E incluso de desdicha.

Loado sea mi corazón
Porque late con energía,
Durante noche y día,
Y con renovado vigor
Se acelera ante mi amor.

Loadas sean mis manos
Porque saben asir,
Sostener,
Asistir,
Hacer,
Dar,
Recibir,
Acariciar
Y sentir.

Loadas sean mis piernas
Que me dan movilidad,
Promueven mis andares
Llenándome de renovada vitalidad.

Loados sean mis pies
Que me equilibran
Y aunque chicos
Casi nunca me claman
Ni me reclaman.

Loada sea mi curvilínea
Que me ha hecho ser mujer,
Joven
Y niña.

Loada sea mi piel
Porque su flexibilidad
Me ha hecho ser madre,
Y su sensibilidad
Amada,
Y enamorada.


Loado sea mi cuerpo
Porque me ha hecho procrear
Y por urdir, entre otros, mi soñar,
Reír,
Pensar,
Llorar,
Escribir,
Crear,
Y amar,
Además de vivir.


Madrid 15/02/2009 19:16:32

martes, 10 de febrero de 2009

POEMA: Sin ti

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sin ti

Al alba,
Entristecidos trinos las avecillas entonaban,
Porque sin ti los días despertaban
Mi amor,
Sin ti.

Al mediodía,
La viveza de sus centelleos
El astro me esquivaba,
Porque mi calidez
Al creer en ti guardaba
Mi amor,
En mi.

Al atardecer,
Por la alameda
Las tonalidades de sus arbustos me escondían,
Porque mis pómulos
Aún atesoraban el matiz que me pintaste
Mi amor,
El último día que me encontraste.

Al anochecer,
Con amortiguado fulgor
La luna nueva me alumbraría,
Porque sin ir a tu lado
La solitaria senda recorría
Mi amor,
Y sin que tu acogedora mano
Enlazara la mía.

Madrid, 10/02/2009 9:00:33

domingo, 1 de febrero de 2009

REFLEXIÓN: la incertidumbre del amor
















Imagen: “Principio de incertidumbre” de Luz González de la Torre

Este escrito me lo ha inspirado (y por lo tanto se lo dedico) D. Antonio R. de las Heras, Director del Instituto de Cultura y Tecnología, a raíz de las interesantes conclusiones que realizó sobre la exposición de la Tesis de Kori, el pasado viernes en la Universidad Carlos III de Madrid.


El profesor de las Heras mencionó, muy acertadamente, que hay un principio de “incertidumbre” que rige nuestras vidas, por lo tanto todas las relaciones humanas, y principalmente la del amor.


Yo publiqué hace unos días “Reflexión sobre el cerebro enamorado” que tiene relación con lo que voy a escribir ahora.


La doctora Brizendine (2006) habla del estado de drogadicción en el que se encuentra el cerebro cuando está enamorado. De tal forma que cuando el amante siente una retirada del objeto amado sufre un chock emocional semejante al síndrome de abstinencia o mono que padece un drogadicto ante la carencia de la misma. Es decir que la falta del ser amado contribuye a crear una incertidumbre, que conlleva una sensación de vértigo en la otra persona, además de: mariposas en el estómago, falta de apetito, dificultad de concentración y falta de sueño. Creo que esto podría ser principalmente lo que causa que las mujeres necesitemos, de forma muy constante, un reforzamiento de seguridad y de protección, por parte del ser amado. Cuando un hombre, al comienzo de una relación se mete en su “cueva” tal como dice John Gray en “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus” lo que hace es estar contribuyendo a fomentar la incertidumbre en la mujer. Ella necesita reforzar su seguridad hablando del tema con sus amigas, aunque también hay mujeres que son muy reservadas y se lo tragan todo. Estas últimas son quizá las más vulnerables a no comprender lo que está pasando por la mente masculina, y se frustran más rápidamente, por falta de apoyo moral proveniente de otras personas.


Hay muchas relaciones, que inexplicablemente, han terminado, sin que los hombres entiendan el motivo ni se hayan dado cuenta del porqué, cuando ellos creían que les bastaba con saber que la mujer estaba enamorada de ellos, y no hicieron nada que reforzara ese amor dejándolo perder debido a que no sabían que las mujeres necesitamos ser reforzadas en nuestro amor por ellos.


Una amiga mía me contó el caso de un conocido suyo, al que llamaré X. Inexplicablemente para X, la mujer de la que estaba enamorado y que sabía que ella le correspondía, se enrolló con otro y se casó con él en menos de tres meses. X había sabido, por mi amiga, que una chica conocida de ambos, estaba enamorada de él. Cuando X se enteró creyó que ya lo tenía todo hecho. Se limitaba a seguirla y verla desde lejos, casi nunca cruzaba ninguna palabra con ella, la rehuía cuando ella trataba de hablar con él, y se limitaba a hacer los preparativos en su casa para un día darle una sorpresa cuando la invitara a ella y declararle su amor. X ignoraba por completo, que el cerebro femenino no funciona al igual que el de los hombres, que es más romántico, y que con solo ver a la mujer amada ya sienten reforzado su sentimiento amoroso. Desconocía totalmente que si a una mujer no se le ofrece confianza y se refuerza su amor con frecuencia, para que se sienta querida, el amor de la mujer se frustra rápidamente, sobre todo al principio, porque está sometida a un alto grado de incertidumbre. Muchas veces, por el efecto rebote que esta incertidumbre produce en la mujer, cuando aparece otro hombre en la vida de esa mujer que le refuerza este afecto que su amado no le está dando, se enganchan muy fácilmente al otro, porque le da justo lo que más necesita en ese momento, y le quita la sensación de vértigo que la está desequilibrando emocionalmente. Es decir que el segundo hombre que llega su vida, viene a ser una especie de sustituto o efecto placebo, semejante al efecto que causa la Metadona en los heroinómanos.


Madrid, 01/02/2009 17:58:41

FELICITACIÓN: A Coral Herrera












Kori recibiendo su nota "Cum Laudem", el viernes, 30 de enero de 2009.


El viernes pasado estuve en la magnífica exposición de la tesis doctoral de una de mis mejores ex-alumnas de inglés, la Doctora en Humanidades, por la Universidad Carlos III de Madrid, Dña. Coral Herrera (Kori). Como cabía de esperar sacó la nota máxima, Cum Laudem, por que su titánico trabajo de 700 páginas, “La construcción sociocultural de la realidad, del género y del amor”, realizado durante ocho años ha recibido una justa compensación, por su enfoque multidisciplinar, su amplísima labor investigadora y bibliográfica, y por abordar el tema desde un punto de vista del desafío de los conceptos preconcebidos a lo largo de la historia, y hasta el momento actual, sobre la construcción del amor.




Querida Kori, quiero desde aquí decirte que me encantó tu presentación de la tesis, porque lo hiciste de forma brillante, elocuente y muy segura de ti misma. Considero que dejaste anonadados y abrumados a los miembros del tribunal por tu trabajo así como por la forma amena, científica y pulcra en que lo redactaste, ya que tal como confesaron todos ellos, ninguno pudo saltarse ni una sola página de las escritas porque les “enganchó” completamente. Además la pormenorizada crítica que realizaron todos los miembros del jurado de tu tesis, no dejó duda alguna de que se la leyeron y releyeron a fondo y que les encantó, tal como afirmaron.

También deseo felicitar a Gloria, tu madre y a Juan Ignacio, tu padre, por la labor de apoyo y de ayuda que han supuesto para ti y así pudieras llevar a buen puerto este Titanic - lo digo por su tamaño no por su hundimento- que ha resultado ser tu Tesis doctoral.

Estoy deseando que sea publicada para poder leerla.

Besitos,

Tu ex-teacher

martes, 6 de enero de 2009

CARTA: A los Reyes Magos de Oriente













Querido Rey Melchor:

Ya se que es un poco tarde vuecencia, y que estaréis cansado de pasaros toda la noche repartiendo regalos a conciencia. Sí,...diréis que ya no soy una niña y que, por eso, no tengo preferencia...pero me gustaría, si aún os sobra algo de paciencia...que me concedierais un regalito, fruto de vuestra ciencia.

Otros os habrán pedido cosas fáciles de conseguir como que se acabe la Guerra en Oriente Medio, o que les traigáis una varita mágica que termine con la crisis, o que les toque la Lotería... y soy consciente de que el mío es el más difícil de obtener, porque:

Quiero que la estrella que os guía ilumine el corazón del amado mío, y que cuando sea ya hoy de anochecido, le susurre estas mis palabras en su oído:

Te siento más que lo que el infinito pueda abarcar,
Y con esa misma medida te necesito.
Cércame, mi amor...
Quiero sentir los latidos de tu corazón.
Envuélveme en tu piel,
Arrópame con tu aliento,
Ata prieta mi cintura,
Roza mis lóbulos,
Toma mis comisuras.
¡Derriba las barreras que nos separan,
Limpia las telarañas que me esconden!



Sí...ya se que esto es casi imposible de obtener...¿pero cómo podrías saber lo que quiero si no os escribo?

Bueno, y si no podéis traerme lo que os pido...hacedle saber, al menos, que me gustaría que me sonriera o hablara, de vez en cuando, al cruzamos...y que con eso me haría muy feliz...¡por ahora!

Me he portado bien todo el 2008...bueno...¡solo alguna travesura! Pero... ¡hace tantos años que no os pido nada!

Os dejo un poquito de agua para vos y los animales...¡ya sabéis que hay crisis! Ah, también un trozo de tarta de almendra,..¡si, si...sin azucares ni grasas añadidas! –por lo del azúcar y el colesterol, ya se que los tenéis altos estos días- y un poco de comida de gatos para los camellos. Espero que les guste...en Madrid es muy difícil conseguir comida especial para dromedarios.

Gracias por haber leído mi carta y por los esfuerzos que pongáis en utilizar vuestra magia para conmigo.

Os quiero.
Besitos.

Berta

Madrid a 06/01/2009 7:04:38

martes, 30 de diciembre de 2008

POEMA: Duerme













Duerme, mi amor,
Que mi vigilia te vela.

Duerme, mi vida,
Que mi corazón te anhela.

Duerme, mi sueño,
Que todo mi ser te espera.

Madrid, 29, diciembre, 2008

domingo, 21 de diciembre de 2008

REFLEXIÓN: Sobre el valor de las cosas


















Muy pronto estaremos en Navidad y ya casi todo el mundo ha comprado algún regalo, o un objeto, para una persona querida. Las cosas se apilan y amontonan en nuestras vidas, llegando a formar parte de ellas y – para la gran mayoría- adquieren un valor desmesurado, desde mi punto de vista.

Últimamente estoy un poco filosófica, y he comenzado a analizar la forma en cómo vivimos en el mundo occidental. Nos meten el consumismo entre ceja y ceja, y si no quieres ¡toma dos!

No se porqué, pero cada vez tengo menos ganas de comprar regalos, o cosas, para nadie.

Hay personas que valoran más los objetos que les rodean que a las propias personas con las que conviven. Y discuten, o se ponen hechos una fiera, si alguien cambia uno de sus objetos de lugar – al limpiar, por ejemplo- o lo toca sin su permiso, ¡uf! y ¡para qué hablar...si alguien se lo estropea!

Mi difunto esposo y yo teníamos discrepancias sobre el valor de las cosas. Por ejemplo: no me dejaba conducir “su” coche –comprado con el dinero de ambos- porque “yo” lo podía estropear. Yo me negué a comprarme otro. Así que volví a conducir después que él murió (1994)...y ¡nunca he tenido un parte al seguro!. Era un “triquis miquis” para los juguetes de nuestros hijos, siempre les advertía de cómo tenían que jugar con ellos para que no se rompieran, y había que guardarlos siempre en sus cajas por separado, que debían conservarse intactas al cabo de los años. Por supuesto, los suyos estaban incólumes a pesar de los años. Decía que yo era una consentidora porque dejaba que nuestros hijos jugaran encima del sofá del salón. Según él no era un lugar adecuado para que los niños jugaran. Pero a mis hijos les encantaba que yo les llevara corriendo de un extremo a otro del salón sentados en el sillón mientras cantábamos: “¡Maya, Maya, Maya!” imaginándose que eran el Willy de esa serie, cuando bajaba por la corriente del río sentado encima de una hoja. Yo había entrado de pequeña en hogares donde todo estaba muy limpio, ordenado y en su sitio, pero siempre me dio la impresión de que eran hogares sin vida. Dado el espacio tan reducido que es mi piso, y puesto que me gustaba que mis niños disfrutaran de lo lindo los fines de semana, mi salón se convertía en un paraíso de juegos para ellos. Podían disfrazarse, maquillarse, saltar – no teníamos vecinos abajo, así que no les molestaban-, o llenábamos toda la alfombra con piezas de Lego, y luego hacíamos casas que nos inventábamos juntando las piezas. Su padre no entendía mucho que yo disfrutara tanto como ellos con sus juegos. Él solía contar cómo jugaba de pequeño, pero no participaba en los juegos de nuestros hijos, a no ser que se dedicara a hacer malabares para ellos con la fruta o los frutos secos, pero donde ellos eran meros espectadores.

En fin, todo esto viene a cuento porque hay personas que valoran tanto las cosas que se olvidan del valor de las personas. Se que mi esposo tuvo tiempo de reflexionar sobre esto y sobre otras cosas más importantes, cuando estaba en la UCI antes de morir. Y me hizo saber su cambio de actitud al respecto...seguramente ¡por fin! Se dio cuenta de que las cosas que nos rodean no son más que algo de lo que nos servimos para que nuestra vida sea más cómoda, divertida o agradable, pero nunca su valor debe estar por encima del afecto que sentimos por los seres que nos quieren. Seguramente llegaría al a conclusión de que al final, lo único que realmente merece la pena es tener a tu lado a una persona -que despojada de todo lo material- está ahí para cuidarte, mimarte, hacerte compañía, alegrarte la vida y luchar contigo por mantenerla a flote.

Vivimos en una sociedad “idolatrizada” que se rige por los iconos. Hay personas que incluso conservan los objetos que pertenecieron a otra persona como un “token” -estatuilla que representa al objeto real- pero ningún objeto, por muy querido que hubiera sido para esa persona, puede darte la dicha de su presencia. Es más, parece que todo lo material que le perteneció te sobra, porque no puede sustituirlo. Bueno, al menos así siento y pienso yo. ¡Claro que yo soy iconoclasta!...Quiero decir que no valoro los objetos, y que no cambiaría el afecto que siento por una persona por el de sus objetos...pero me consta que hay personas a las que no les importa romper con alguien alegando, por ejemplo “Es que me tocó...¡sin mi permiso!”, o “Le dejé...y ¡me lo estropeó!”... y son capaces hasta de guardarte rencor u odiarte, por ese motivo, ¡pa’ los restos! Incapaces de ver los atributos positivos que hay en ti, y lo único que ven es que eres un “agresor” contra “sus” pertenencias. Algo, que a vista de pájaro, me parece un actitud completamente pueril.

Se me ocurre reflexionar sobre esto en tiempos de Navidad, donde se compran tantos artículos superfluos, y porque se nos hace creer – a través de la publicidad- que los niños no pueden ser felices sin ellos. Desde mi punto de vista lo más importante para los niños son los gestos que les hacen sentirse protegidos y amados. Todo lo demás les sobra, porque tiene la suficiente imaginación como para convertir cualquier cosa en juguete. Ah!...¡pero no dudes en comprarte un bonito juguete...sin fingir que lo haces por tus hijos...si eres uno de esos adultos frustrados, que de pequeño no tuvo el regalo deseado!

Madrid 21, diciembre, 2008

miércoles, 10 de diciembre de 2008

POEMA: Pasajera sin destino


"La viajera"
de Camilo Mori












Mi equipaje,
mucho há empacado,
Va ligero,
como querría Machado.
En mi escasa valija:
Unos pocos recuerdos,
Algunos sueños,
Sonrisas,
Besos,
Caricias...
Pensará él:
"¡Cuánta baratija!"
Fruslerías para que él elija...

- “¿Destino?”
Me preguntó la taquillera.
- “Elija usted...
¡Donde usted quiera!”
- A la Eternidad le venderé.
- Si no queda otra...
¡Allí lo encontraré!

Cuál Penélope paseando,
Desesperando espero
Al amado por el que muero.
Pasó un tren repleto,
Luego otro y otro,
Para mí vacío
Sin mi ser querido.
No te he reconocido
O no te he visto.
No me he subido.

Me pareció ir en tu tren.
Que estaba en él.
Siento como se apresura,
A entrar en mi edad de la espesura,
Mientras adolece mi mesura,
Siento plena mi ternura.
¿Estás de pié o viajas sentado?
¿Vas lejos o estás a mi lado?
Presiento tu temor...
Te resistes a abandonar tu desamor.
Ya no te encuentro.
Tu ausencia
Fomenta mi desaliento.
Tu presencia
Era mi alimento.

No me rehuyas tu mirada
No me escondas tus caricias.
No me borres de tus sueños.
Dime al menos una palabra...
Mi viaje se acaba.
¿Me dejarás bajar
Donde yo no quiero,
Ni es mi intención?
Si no me dices nada
Me bajaré en la próxima estación.
¿Vas o vienes?
¡Cuánto tardas, mi amor!
¿En qué tanto te entretienes?
¡Cómo temo,
Sin tu amada protección!
Sacaste tu paleta
Elegida con toda intención,
De tonos grises y fríos,
Para colorear así,
Los días míos.
Ni marrones ni dorados,
Están entre tu elección.

Saco mi pañuelo,
Seco mis lágrimas.
Me lo tomaré con calma,
Y para que me sirva de consuelo
¡Suena quena,
que tus notas alivien
Las heridas de mi alma!
Saboreo tu recuerdo amargo...
Y me pregunto si aún te aguardo.


Madrid, 10 de noviembre de 2008

RELATO: La Caléndula


Aunque al principio estaba nervioso poco a poco se tranquilizó. Aquel joven pianista le había parecido de fiar a pesar del corto tiempo que se conocían. A penas hubo conversado con él por primera vez, se dio cuenta de que era todo un caballero y lo suficiente sensible como para comprender el asunto que le preocupaba. No tuvo la menor duda de que, a partir de aquel instante, todo cambiaría, tanto para él como para su hija. Él la adoraba y era capaz de hacer por ella cualquier cosa. No dudó en invitarle a su casa. Como era un hombre generoso trató a su convidado cual príncipe, dentro de las estrecheces que su familia pasaba. Puso la disculpa de que a su hija le encantaría escucharle tocar el piano, pero él era sabedor de que estaba estropeado desde que su esposa falleció. ¡Al fin y al cabo era una razón de peso para convencer a un pianista a visitar su humilde morada! Cuando el joven llegó, él tuvo en cuenta la cara de agrado con que miró a su hija por primera vez. Desde entonces ya no le quedó la menor duda de que había acertado en el hombre elegido para sacar a su adorada descendiente del sueño irreal en que se hallaba sumergida desde la ausencia de su madre. Su querida esposa enfermó gravemente cuando la niña contaba tan solo con 5 años de edad. Estaban muy unidas. Úrsula, que así se llamaba la finada, no tenía ojos ni voluntad más que para cuidar de su pequeña. Le hacía vestiditos para su muñeca, le ayudaba a vestirla, las dos la llevaban de paseo por el malecón, le hacían comiditas... Eran inseparables, hasta que la enferma no tuvo más remedio que abandonar lo que más quería por fuerza mayor y muy a su pesar. Desde entonces, Caléndula -le habían puesto ese nombre por ser el de una de las flores favoritas de su madre- no volvió a salir a la calle. Suplía la realidad, que no era de su agrado, por un mundo de quimera. Sus manitas creaban cada mañana un hermoso jardín florido, donde los pétalos eran sustituidos por abigarrados paraguas desplegados. Su hermosa cabecita era capaz de inventar todo tipo de historias sobre las sombras que la vidriera pintaba al transitar delante de sus cristales traslúcidos. Ella amaba, sobre todas las cosas, al balcón que había dado cobijo a la hamaca en la que su progenitora solía tomar el sol cada mañana. La pequeña se sentaba a sus pies y, aunque fingía dormir, se mantenía alerta a cualquier quejido o movimiento de su madre. Unas veces sus manos de nácar le ofrecían agua fresca a sorbitos, otras se la pasaban agitando sin cesar un abanico. Su corto juicio barruntaba, que mientras que su madre recibiera aquel aire fresco, no se olvidaría de respirar. Pero una mañana lo hizo. Y por más súplicas, gritos, llantos y sacudidas que recibió de la pequeña, su cuerpo había incumplido para siempre su promesa de no abandonarla jamás. El padre contempló con alborozo cómo ella fue abriendo su corazón al desconocido. El pianista comenzó a ganarse su amistad, hasta que ella poco a poco lo hizo su confidente. El padre pudo respirar aliviado porque su Caléndula había florecido en alguien real con quien platicar, capaz de prestarle sus oídos sin dar la menor importancia a que su cabeza, de vez en cuando, deambulara con rumbo incierto. ¡Por fin!... ¡Cómo ansiaba ir a reunirse con su amada sin más tardanza! 

 

Berta Madrid, 4, diciembre, 2008 Relato basado el "El Balcón" de Felisberto Hernández y en la frase de mi compañera del Taller de Escriture "Pluma y Tintero", Isabel Fraile: "Aunque al principio estaba nervioso poco a poco se tranquilizó". 

Para saber más sobre la calédula visite: Calendula

jueves, 20 de noviembre de 2008

CUENTO: La princesa Sadeene
















Dedicado a mi amiga Shabeene

Érase una vez una Princesa, por nombre Sadeene, que moraba en un país muy apartado. Tan remoto, que nunca hubieses sido capaz de encontrarlo en el mapa, por mucho que te empeñaras en escudriñar el susodicho. Su apelativo, Sadeene, * le venía como anillo al dedo, porque hubo un momento en su vida que realmente era la Princesa más tristona que jamás habitara el universo. Era agraciada, más diminuta que Pulgarcita, de tez más albina que las cumbres del Kilimanjaro, sus ojillos y cabellos, de negro tan penetrante, que los de Luther King resultarían claros junto a los suyos, y de carácter más repipi y femenil que el de la Princesa del Guisante.


Nuestra Princesa creció vivaracha como una pandereta, y tan bien instruida que hasta Bernard Shaw la hubiese admirado por su juicio e ilustración. Aunque tenía en mente no casarse nunca y reinar como si otra Isabel I de Inglaterra fuese. Un buen -o mal momento, depende de cómo se mire- fue a tropezarse, al albur, con un majestuoso Príncipe que le hizo tilín, y la engatusó de tal manera con su verborrea intelectual, que se encontró en la disyuntiva de tener que darle el sí nada más que él hizo atisbos de requebrarla.


Todo se dejaba transcurrir tan felizmente en aquel dominio, que incluso las moscas se habían largado al país vecino hastiadas de tanta plenitud. Hasta que en una desdichada hora el malaje se dejó caer por allí. Cabalgaba el Príncipe en su corcel –¿Cómo podría haber sido de otra manera? Por lo poco más que acostumbraba a hacer, y porque eso es lo que suele ocurrir en todos estos cuentos- y tuvo un mal tropiezo, asi que allí se quedó su vida despanzurrada boca arriba, y sin darle tiempo a decir ni un "ay", se alejó para siempre de este mundo, y de su Princesa, yéndose a morar a no se sabe cuál.


¡Héteme ahí, a mi linda Princesa, más desesperada que a un yonki en el pico más alto de su mono! Su tesón, que siempre había sido más férreo que las vías del AVE, se trocó en natillas. No se encontraba forma de confortarla. Ni Fofito ni Milikito la hubieran sacado una sonrisa. Así que aseguró los ribetes de su boca bajo candado de seguridad, condenando a su blanco ejército a cadena perpetua. Tanto bajo los rayos del sol como los de la luna, durante el desvelo y el sueño, con sinsabor más amargo que la cicuta, plañía en pos de su ser adorado. Lloraba hasta tal punto, que sus lágrimas preñaron de fertilidad todos los campos de labranza de su reino durante un cúmulo de dilatados años. Los segundos de cada jornada se mudaron en milenios, y las horas se le mostraban tan perennes que, de una a otra, le llegó a medrar el pelo varios centímetros. Su trenza se hizo tan longa y fatigosa que necesitaron acoplarle un carrito para poder acarrearla en sus desesperadas idas y venidas por los exuberantes jardines de palacio. Su crisis se hizo tan abismal, ¡que ni Zapatero le hubiera encontrado enmienda! Podría decirse que, en aquella época, más que Sadeene hubiera que haberla llamado Sadeeness *, por la gran tribulación de la que era presa.


Durante uno de aquellos crepúsculos en los que nuestra Sadeene deambulaba arrastrando su agonía y su trenza -por chiripa y sin querer la cosa- fue a toparse con un galán que resultó ser –como más tarde ella descubriera- un Príncipe que estaba gobernando no mucho más allá de su país. Nunca antes sus ojos se fijaron en varón alguno después de la privación de su idolatrado. Pero aquél mismísimo instante Sadeene –sin saber cómo ni porqué- vio a aquél y se fijó en él. ¡Vaya si se fijó!... Como que, desde aquel momento, él se hizo un huequito en su intelecto empezando a llenarla de certidumbres y regocijos. (Hay que reconocer que su desasosiego era basado en fundamentos de peso, teniendo en cuenta que el Noble estaba casi tan bueno como el Príncipe Felipe, ¡ahí es ná!). Sus tropiezos se hicieron cada vez más fortuitos, acelerando su secuencia, hasta que llegaron a ser como el sorteo de la ONCE: un día sí y el otro también. Él, además de buen mozo, era el hombre más jocoso y lúcido que ella hubiera podido fantasear nunca. Todo lo que él parlotease o urdiera le resultaba saleroso a nuestra Princesa. Era capaz de hacerla desternillarse tanto que, al cabo de la jornada, reposaba tan plácida y sonriente como Pituso, mi gato persa. Más dichosa que los Siete Enanitos lo eran junto a Blanca Nieves. Así que, poquito a poco, las ojeritas de Sadeene pasaron de tiznarse de negro a malva –que dicen que es el tinte del amor ¿Sabrá nuestro psique de qué tono colorearse cuando ama?- Su piquito dorado, al principio, pronto dejó asomar risitas distendidas, que con el tiempo se tornaron francas, y el escándalo se introdujo en palacio cuando se le oyeron las carcajadas. La viudita se había vuelto jaranera... ¡Era intolerable! Ni porque le bajaran su pensión de viudedad, ni porque le subieran el IVA, ni porque sus súbditos se declararan en huelga... ¡Nada reprimió su júbilo! Pues... ¡Era necesario desposarlos presto -maquinó el Obispo- porque aquello ya era pábulo de todos los corrillos del feudo!


Sublevóse al principio Sadeene, porque era aún más flamante que la Princesa Letizia. Aunque al cabo del escaso intervalo de cumplir el anuario, aquel Príncipe logró enzarzar ya su corazón de tal manera -ciñéndoselo tan fuerte contra el suyo- que no le pudo sostener ni un "aguanta" ni un "no"... Así que una hermosa madrugada de primavera, ella no tuvo más remedio que darle el sí. Para exhibir su rehabilitada dicha al cosmos, la mañana del desposorio ella se negó a llevar tul. Desatando su mata de pelo, fue como flotando a la capilla. Mientras, cientos de pajecillos la seguían en derredor, ansiosos de domar sus inagotables cabellos que se cimbreaban en torbellino.



* NOTA:
Sad= adjetivo inglés que significa "triste".
Sadness= nombre inglés que significa "tristeza"


Madrid, 9 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

POEMA: Si yo lo tuviera todo













Si yo lo tuviera todo,
Más el amor me faltara,
Nada sería.
El sentido mi existencia perdería,
Tornándose en dolor.
Mi vida todo lo apuesta...
Al amor.
Y lo que no lo es,
A mi ser sosiego resta.


Madrid, 6 de noviembre de 2008