jueves, 26 de febrero de 2009

REFLEXIÓN: Las relaciones humanas y la honestidad
















Creo que las relaciones humanas ya son de por sí lo suficientemente complicadas como para añadirle aditivos que las compliquen.
Desde mi punto de vista, la falta de honestidad por parte de ambos implicados en una relación, bien sea de amistad, amor o de algún tipo de negociación, debe basarse en igualdad de condiciones, información y en la confianza mutua entre ambas partes.

En las relaciones de amistad o de pareja, si una de las partes trata de sacar ventaja sobre la otra de alguna forma, por ejemplo, confiando más en la información que terceros le puedan proporcionar sobre ti, más que la que tu misma le puedas dar, o te das cuenta - por algo que presenciaste antes- de que te está mintiendo o de que no te quiere decir la verdad para no sentirse en desventaja, etc. Eso demuestra claramente que la otra parte no confía en ti.

Pienso que no se puede establecer ninguna relación basándose en un principio de desconfianza por alguna de las partes.

Cuando te presentas ante alguien que te interesa o piensas que te podría interesar, con el corazón limpio, y no eres correspondida en la misma medida. Cuando lo que te devuelven es miedo, falta de sinceridad, o incluso burla... es complicado de asimilar. Así que por mucho interés que tengas en conocer mejor a esa persona, tómate un tiempo para reflexionar, y descubrir hasta qué punto debes empeñarte en establecer una relación con alguien que no es franco contigo, que ya antes, por desconfianza te ha malinterpretado, que tiene pánico de decir la verdad por causa de sus frustraciones previas, y sobre todo, si tampoco te demuestra que tenga gran interés sobre tu persona. Porque, probablemente, la tuya vaya a ser una lucha infructuosa, sin sentido y que te cause mayor daño en el futuro del que te pueda causar ahora no seguir adelante.

Siempre puedes colocar en una balanza los pros y los contras, y ver qué pesa más dentro de ti...En el mundo de los sentimientos, la razón no suele ir muy ligada a lo que sentimos. Muchas veces el raciocinio te dice “No metas tu cabeza por ahí”, pero tu erre que erre, y sin saber el motivo, ni el porqué...No hay quien te saque de tu cabezonería.

Bueno la única ventaja o desventaja –según se mire- de que tú tomes tus propias decisiones, sin consultar a nadie, más que contigo misma, está en que si la relación fracasa no tendrás a nadie a quien echar la culpa, porque no pediste una segunda opinión o no hiciste caso de las opiniones de terceros.

Madrid, 26/02/2009 13:55:23

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