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miércoles, 22 de octubre de 2008

CUENTO: Mea culpa














Los estragos que había hecho en ella el ardiente y apasionado sol de verano se iban disipando. Pronto llegaría a encontrar la armonía que necesitaba para sobrevivir al solitario y desapacible invierno.


Recogió con suavidad los pedacitos de su corazón, que un día de agosto habían sido víctimas de una explosión frustrante, y que desde entonces se encontraban esparcidos por el inmenso universo de los desengaños. Procuró unirlos, sin que las cicatrices doloridas sobresalieran de su piel, y trató de mantener una fingida sonrisa.


Sus ojos de profundo oscuro, que una vez habían brillado por la esperanza, se volvieron taciturnos por el dolor, rodeándose de una profunda huella violácea, tornaron su mirada hacia dentro, cual ventanitas protectoras contra todos los avatares externos.


Huyó a contemplar las montañas, imágenes de necesidad vital, que suponían un bálsamo de alivio para sus llorosas retinas. Se fue lejos. Voló alto. Entre nubes extrañas dejó pasar una eternidad de días contados...pero nada borraba la imagen del daño causado a su amado. Esta regresaba todos los amaneceres, permaneciendo cada día, y quizás también, en la nocturnidad de los ensueños que no lograba recordar.


El otoño hizo que sus ilusiones se colorearan de verdes a doradas, para luego caerse a la profundidad de la nada. Las lluvias torrenciales arrastraron su dignidad, llevándose su dicha, y ahondando en las profundidades de su melancolía. Asentaron montículos de lodo sobre sus labios, sellando y enmudeciendo sus palabras.


Sacó una linda maleta, arropó bien su corazoncito y lo colocó en el centro, rodeándolo con ternura de bellos recuerdos del hombre de su vida: aquí dormirían sus miradas, allí esperarían sus sonrisas, y entre ellas, se dispersarían sus amables palabras. Le hizo con dulzura un huequecito para nunca olvidar sus andares y para sus idas y venidas. Distribuyó los vacíos repartiéndolos entre sus suspiros, inspiraciones profundas y furtivas sonrisas. Tiró a la basura sus gritos y reproches. Olvidó su severidad, le perdonó y se reconcilió consigo misma. Luego, muy lentamente cerró la valija.


Salió al parque y, mientas caminaba su eterno paseo, iba envidiando los arbustos que al paso de su amor, lo rozaban y las flores que de perfumes lo impregnaban. ¡Quién pudiera...! Soñaba...


La brisa maternal, compadeciéndose de la afligida amante, secó las finas perlas saladas que, arrepentidas, una tras otra, labraban por su rostro surcos de invisible escarcha. El viento del otoño, que jugaba enredando sus cabellos, suspiraba por conseguir un amor como el de ella...¡qué grande!


Siempre cabizbaja...¡anhelaba sobrevivir para tener otra oportunidad en la primavera!



Madrid, 22 de octubre de 2008

RELATO: ¡Vida perra!


Foto robada a Kori















A Kori y a Glo

Vaya, ¡tenemos compañía! ¡Ya está aquí la amiga de Gloria! Berta me para, a veces, cuando me grita más fuerte que Gloria, la madre de Kori. “¡Haika, ven por aquí! ¡No, no te acerques a la carretera!”. A mí no me gusta que me detengan ¡Cómo me fastidia que me haga dar la vuelta! Además, ¿qué tiene ella que ver conmigo? ¡Creo que se toma demasiadas confianzas solo por haber sido profesora de Kori! Cuando veo a uno de esos bichos mecánicos que bufan apestosamente de un lado para otro, me priva lanzarme a todo pasto a desafiarlos: ¡A ver quién llega antes a las luces que cambian de color! ¿Creen que me van a ganar? Yo corro, y corro…, a veces hasta quedar exhausta. Menos mal que la mayor parte del tiempo llevo la lengua fuera, sino, ¡ya me habría muerto por falta de aliento! Siento que he nacido para no estar quieta. Yo no soy de esas que se acurrucan en un rincón a esperar que alguien les diga: "¡Vamos!". Voy de allá para acá, husmeo, olfateo todo ¡De todo me encanta enterarme! ¡Cómo gozo al ir con Kori por el campo, aunque ella es la más mandona de todas, pero yo la adoro! Es fuerte y a la vez pequeña, flacucha y frágil. Me gusta tumbarme a su lado cuando está ensimismada en sus cosas. Creo que el hecho de pasarme la mano por el pelo le ayuda a cavilar. A mí me emboba que me mesen el pelo, pero sobre todo, que me rasquen bajo la barbilla. ¡Me tiraría las horas muertas así! boca arriba, sin pensar en nada. Solo sentir su mano que me acaricia una y otra vez. Alguien podría decir que esto es aburrido. Pero no lo es para mí. Yo he nacido para ser una vaga y vivir a costa de los demás. Eso no quiere decir que no me preocupe, ni que no me esfuerce. Yo procuro hacer feliz a los que me rodean, ¿a caso no es eso un gran trabajo? No te creas que es tan fácil contentar a la gente. Unos se enfadan por esto o lo otro, otros quieren la marimorena..., pero yo siempre ahí, ¡dando el callo! Atenta a sus cabreos, sollozos, y tristezas, frustraciones..., para todo tengo un buen remedio... No me despego de ellos hasta que se fijan en que husmeo alrededor, hago travesuras..., solo para distraerles el mal pensamiento..., o rompo algo ¡que les pone más furiosos!..., pero se les olvida lo otro que les causaba el daño. Las cosas que yo destrozo no son importantes. Pero si yo percibo que a mi querida Kori le han roto el corazón, ¡eso si que no lo consiento!... Para eso es mi adorable ama y yo soy Haika, su perra fiel.

martes, 7 de octubre de 2008

CRÍTICA: PNV reclama la eliminación de la prueba de castellano en las OPE municipales

Crítica a la noticia: PNV reclama la eliminación de la prueba de castellano en las OPE municipales

Bueno, el Defensor del Pueblo Vasco ya sabe español entonces ¿para qué lo van a necesitar el resto de los vascuences? }:-D

Es mejor que los vascos sean unos incultos, que se limiten a saber única y exclusivamente vasco ¡total, para estar metidos en su pueblo no van a necesitar más! Además, para eso ya están los políticos vascos, que seguro que mandan a sus criaturitas a caros colegios de pago trilingues ( vasco/español/ inglés) ¡como poco! ...para decirles lo que tiene que pensar, cómo tienen que hablar y lo que tienen que votar...¡¡¡Y CHITÓN EH!! ¡¡O TE METEN UNA BALA O TE PONEN UNA BOMBA , POR FASTIDIAR!!!

Los nacionalistas son los que cuentan, al resto de los vascos ¡que los zúrzan!

Cuanto más analfabetos e incultos sean ¡mejor para los políticos que los manipulan!

Así serán incapaces de enterarse de lo que pasa en el resto del mundo ¡PERFECTO!

NOTA: Todo estos problemas que están dando los liliputinses a España provienen, solo y exclusivamente, de la Constitución pre-democrática que tenemos ¿cuando el voto de cada uno de los españoles va a valer lo mismo?

domingo, 5 de octubre de 2008

POEMA: Mientras duermo














Mientras duermo,
Tal vez sueño,
Tal vez canto,
O amo,
O río.

Mientras duermo,
No pienso,
No siento,
Ni sufro,
Ni lloro.

Mientras duermo,
No recuerdo...
¡Tal vez vivo!


Madrid, 5 de octubre de 2008

POEMA: Gracias a tu corazón I


Poema dedicado a mi hermana Olga.  

¡Qué tiempos aquellos! 

De historias fabulosas, 

Chistes incomprensibles, 

Terroríficos relatos, 

Hazañas y bravuconadas... 

Todos contados al mor de la lumbre, 

Con espíritus encendidos, 

Junto al fulgor de las llamas, 

Mientras el tambor giraba, 

Dando paso al delicioso perfume, 

De las castañas asadas. 

Trepando el humo se dispersaba, 

Ahumando el secado 

De los rojizos colgados: 

Chorizos, morcillas y botillos 

Entre cachuchas, orejas y untos 

Sus riestras colgaban. 

Y lentamente, como por arte de magia, 

Ennegrecidos con el tiempo se tornaban. 

Allí, apartada de la lumbre, 

La espita con las hozadas. 

Acullá, sobre los platos de la alacena, 

El chisporroteante rescoldo de reflejaba. 

Del pote del calco gallego, 

Bajo una tapadera opresora, 

Vapores hechizantes se escapan, 

Impregnando la estancia, 

Y hasta lo que los arcones, 

Entre naftalinas, 

Secretamente guardaban. 

Acá, tras los ojos de los oyentes, 

Inconfesables temores se ocultaban. 

 Tardes de siestas no cumplidas, 

Por traviesos juegos interrumpidas. 

Tras uno y otro mensajito 

A Justo y a Alfredito, 

La pared de barro y paja entramada, Poco y poco, 

Para asombro del que la observaba, 

Gracias a nuestra labor de ratas, 

Como quesos de gruyere se quedaba. 

Largas sesiones nocturnas 

De novelas por entrega leídas, 

Donde amores imposibles, 

Villanos y bellas damas, 

Nuestras mentes infantiles se disputaban. 

En maternales brazos arrullados, 

Bajos inmensos chales de lana envueltos, 

Risas, llantos, suspiros y ayes, 

Nuestros oídos virginales poblaban. 

Viejos, jóvenes y niños, 

Todos revueltos, 

Las noches invernales del filandón se pasaban. 

Días de cocer el pan. 

El horno, de redondo empedrado, 

Era comunal 

Y las madres se turnaban. 

Los roscones ...

para San Pedro, 

Las roscas ...

para Santa Marta, 

Y si sobraban huevos... 

¡Llegaba para alguna tarta! 

Olores a anises, canela y masa nos impregnaban, 

Nuestros juegos eran “Las 3 en raya”, 

Sobre las arcas de harina 

Entramados de partidas se grababan. 

Tiempos de memoria en la escuela, 

De reglazos sobre la manita desmandada. 

Mucho juego en la calle, 

Mucha vida hogareña en casa. 

De tomar la leche de la vaca, 

Y del pan untado con la nata. 

Del requesón diario, 

De mantequilla echa en la casa, 

Y de levadura madre para la masa. 

Cuando los deliciosos “brazos de gitano” 

Con anises coloreados se salteaban. 

Vida y paisaje en niebla envueltos. 

Hasta los tuétanos calando. 

La luz ni resquicio hallando, 

Las esperanzas ahogando. 

Noches enteras arrullados 

Por bronco viento bramando, 

Tras las contras se iba deslizando, 

Y entre los chopos aullando. 

Bajo pilas de mantas acurrucados 

La aurora aguardando. 

Asma, reuma, toses, fiebre alta... 

¡Y todo lo que hiciera falta! 

Con ilusión esperando 

Que el sol levantara, 

Para calentar las caritas de rosa 

Que entre lodazales correteaban. 

Tiempos de trabajo en la era. 

Construyendo mederos, pasando rastrillos, 

Aventando y limpiando el grano. 

Yuntando las vacas, 

Arando con vertedera 

Y a las tres de la mañana regando. 

De Guardias de la Benatoria controlando, 

Dentro de fantasmagóricas cabañas, 

Sobre grandes pedregales vigilando. 

De espíritus vagabundos, 

Descanso eterno para sus almas, 

Misas católicas implorando. 

 Tiempos lejanos, 

De sueños adormecidos, 

Muy hondo en el corazón guardados. Queridos y valorados, 

Pero nunca añorados. 

 ¡Dejemos las remembranzas, hermana, 

Los anhelos pasados y el sufrir! 

Tras la prórroga concedida, 

Es tiempo de volver a vivir. 

 Madrid, 5 de octubre de 2008

domingo, 3 de agosto de 2008

POEMA: Adiós a mi trenza

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Adiós a mi trenza 

Muy temprano, 

Esta mañana, 

Con mano firme 

Y arma de acero 

Seccioné mi largo cabello trenzado. 

Ya no quiero 

Que se esparza cada noche 

Sobre mi almohada, 

Ni que gire sin cesar 

En mis noches de insomnio 

En torno a mi rostro, 

Ni que seque mis lágrimas. 

Ni quiero sentir 

Su olor a frescura 

Que tú tanto amabas. 

Ni que a mi paso 

Se roce con otros seres 

¿Podrían apreciar en él 

La belleza que tú le encontrabas? 

Ya no me sirve 

Para cubrirte con él 

Mientras te lleno de besos. 

Ya no se enredará más entre tus dedos 

Mientras me repetías. 

“¡Me encanta tu pelo! 

Niña, no te cortes el pelo. 

¡Qué bien huele! 

¡Tan negro! 

¡Qué suavidad tiene! 

¡Cómo me encanta!” 

 Ahora, trenzado, y sin vida, 

Yacerá para siempre, 

Como tú, mi amor, 

Encerrado en su caja, 

Mudo testigo de mi dolor, 

Símbolo de lo que de mí te llevaste, 

Para siempre, contigo. 

 

***ESCRITO en Madrid el 27 de agosto de 1994. Lo incluyo aquí por ser este el último poema que escribí antes de comenzar este blog.***

viernes, 25 de julio de 2008

REFLEXIÓN : Sobre "El amor romántico, última utopía de la postmodernidad"

 

La novia Foto Cela(1976)  

DEDICATORIA: A Coral Herrera Gómez, una de mis mejores, y más románticas, ex-alumnas, con todo mi amor.

Querida Kori,
ante todo mis felicitaciones por haber conseguido que publicaran tu primer artículo. Lo encuentro muy interesante, y ha conseguido suscitar en mí algunas ideas sobre lo que expones en él.


 

 

 

El amor y la soledad

Muchas personas dicen que es muy duro estar solo, y te puedo asegurar por experiencia propia que es cierto. Pero también se puede aprender a disfrutar del encanto que puede tener la soledad: tiempo para leer, pasear, observar lo que nos rodea, reflexionar, sentir la naturaleza, escuchar el latido de la vida, etc. Me gusta estar con gente, y mucho más si lo estuviera con un ser amado que me correspondiera, pero seguiría necesitando momentos para estar sola y reencontrarme a mí misma.


El amor y las uniones en pareja

Me da la impresión de que los seres humanos -que no tenemos un pelo de tontos- hemos optado por amarnos en pareja porque a efectos prácticos da mejores resultados. Tal vez eso simplifique las complicadas relaciones humanas y sea una defensa y un refugio contra las agresiones del mundo fuera de la vida en pareja. Si amas a alguien necesitas confiar plenamente en esa persona. De hecho las parejas se rompen cuando esa confianza mutua se quiebra y entra en juego la mentira. Sería más complicado si la confianza se tuviera que basar en varias personas. Además, a todos los seres humanos nos gusta sentirnos únicos e irrepetibles, y como tales, ser amados. No conozco a ningún amante que no quiera ser amado en exclusividad, y los celos –en mayor o menor medida- parecen formar parte de la relación amorosa. Es decir, que el amante « necesita » que el ser que ama no pueda relacionarse con otros de la misma forma que lo hace con él/ella. Eso es lo que le reafirma en su seguridad de ser amado por esa persona. El amor monógamo y heterosexual también se da en muchas especies animales, y probablemente sea también el producto de conclusiones prácticas que se han considerado más útiles para la supervivencia. Me limito a no mencionar las ventajas higiénicas y de salud que estas conllevan y que los humanos le han atribuido a lo largo de la historia.


El amor y la heterosexualidad

Este tipo de amor debió de surgir después de la comprobación práctica de que las relaciones homosexuales (hombre-hombre/ mujer/mujer) no daban como resultado la fertilidad. Los seres humanos, además de la lucha por la supervivencia, buscamos la eternidad. Es decir, algo material, -« plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro »- que trascienda al mundo cuando nosotros dejemos de existir físicamente. Durante muchos siglos, los humanos seguramente consideraron que solo dejaban su huella cuando habían procreado. Pero la función exclusiva que cumplía la procreación ahora puede ser sustituida o compartida por distintas manifestaciones artísticas, y muchos se centran en sus carreras en vez de en tener hijos, dejando su huella indeleble en la cultura.



El amor y la autorrealización

No creo que el amor deba basarse en la búsqueda de la « autorrealización ». Te autorrealizas a medida que creces. Si la pareja progresa junta y en la misma dirección –compartida en común- es más probable que se mantenga unida. Pero si cada uno se realiza tomando distintos derroteros, cuando se acabe la etapa del enamoramiento – al fallar la química- el amor y la magia desaparecerán porque no habrá quedado nada que compartir. Por eso buscamos semejantes o afines, y solo será química que no perdurará cuando la relación se base en los « polos opuestos que se atraen ». Soy de la opinión de que los enamorados siguen siendo dos seres solitarios que, caminando por la senda de la vida libres, se mantienen unidos voluntariamente, para intercambiar puestas en común donde realizan pequeñas proezas que hacen feliz al otro.



El amor y la cotidianeidad

El amor no debe salvarnos de la cotidianeidad, más al contrario, debemos darnos cuenta en el amor que hay en los actos cotidianos compartidos. Un acto cotidiano, se torna en extraordinario si hace feliz a alguien. Nada de lo que hacemos por el ser que amamos, debería ser considerado vano ni aburrido. El amor debe estar lleno de creatividad, juego y complicidad mutua. Lo que torna lo cotidiano en mágico.



El amor y la brevedad

La etapa del enamoramiento es breve, solo dura mientras hay química –no más de cinco años, según los estudiosos- pero el amor puede durar mientras el amante viva, y aún más allá de la propia vida del ser amado, que a su vez puede ser sustituido por otro pasado un tiempo. El amante podrá amar un nuevo objeto amado de la misma forma que amó al otro anteriormente, porque la capacidad para generar amor está en el amante que acaba atrayendo al objeto de su amor hacia sí. Hay personas que no saben amar porque creen que deben darlo todo sin recibir nada a cambio, u otras, al contrario, que lo quieren todo sin aportar nada. Ambas formas de amar resultan frustrantes para el amante. En el amor es tan importante saber recibir como saber dar. En el amor no deben tener cabida el egoísmo ni la abnegación. El amor perdurable debe basarse en un « toma y daca ». Creo que amor y utopía son incompatibles. El amor se basa en una relación mágico-química que debe tener los pies bien asentados en la tierra. No es una moda a seguir ni tiene porque conllevar obligatoriamente fecha de caducidad. Y contradiciendo a Neruda, creo que: El amor puede ser eterno, el ser amado perecedero, y solo ama quien tiene capacidad para hacerlo y está dispuesto a ello.


Besitos.

jueves, 17 de julio de 2008

REFLEXIONES: Dehesas revisitada.











Dehesas se extiende adormecida junto a la vereda del Sil aurífero y, abrazada por milenarias montañas bercianas, oculta su belleza exhuberante entre frondosas choperas.


Hacía cinco años que no iba a mi pueblo natal -Dehesas- , no porque no me guste, sino porque opté por no seguir haciéndome daño con algo que era irreparable.

Me alegro me haber superado y liberado de ese profundo sufrimiento, que me había durado tantos años, al ver a seres tan amados para mí -como mi madre y mi difunto esposo, entre otros- atrapados bajo la frialdad de una lápida. Mi madre falleció el 2 de febrero de 1987, y cuando aún no había superado el hecho de haber perdido su presencia física –que no espiritual- sobrevino el fallecimiento de Vicente, el 2 de julio de 1994. Todo el mundo dice que teniendo dos hijos todo es más llevadero...Para mí los seres que se han cruzado en mi vida, y han dejado su huella en ella , de alguna manera, permanecen adormilados en el recuerdo. Todos, en algún momento, me son necesarios. Ningún sentimiento es equiparable a otro, aunque sí superable, al igual que todos los seres humanos somos diferentes y únicos.

En este viaje he tenido hermosas experiencias que creo que provienen de una nueva visión personal del mundo que me rodea.

He disfrutado de la belleza del cielo de Castilla después de una tormenta. Me paré a recorrer detenidamente, desde la ventanilla del autocar, las nubes blanquecinas hinchadas, y a ver más allá de sus mágicas figuras de ensoñación, sobre un cielo de azul profundo y brillante. ¡Me encanta el color del cielo español!

Caminé desde la casa de mis primos hacia la de Elena – la mejor amiga de mi madre- por el viejo camino – ahora asfaltado – que me llevó hasta las viejas escuelas – ahora sólo esqueléticas y esperando un nuevo destino. Sentí los olores provenientes de la espesura formada por las zarzamoras, los helechos y un gran entramado de matorral frondoso...- que me traían envueltos recuerdos de mi niñez. Me dejé arrullar por la suave brisa que agitaba los chopos -produciendo sonidos que siempre habían sido de inquietud y temor para mí- ahora me parecieron sólo lo que son – la música de la naturaleza que nos acompaña en nuestros paseos por el campo.

Me alegré de ver que Elena también – después de haber perdido a sus dos hijos y a su mejor amiga, mi madre- se ha recuperado. Ahora es sabia, calmada, ha vuelto a ser alegre, y sigue siendo la persona más generosa y comprensiva que he conocido. No me preguntó: ‘¿Porqué no has venido en tanto tiempo?’ Yo le agradecí su largo abrazo cálido y silencioso. Luego me dijo: ‘Déjame que me cambie, y si quieres vamos al cementerio’. Ella ha heredado el espíritu de esas mujeres que están firmemente asentadas en la tierra, que siempre están ahí cuando tú las necesitas...que sustituyen a las madres, a las esposas, a las hijas y a las amigas cuando ellas se van para siempre. Su olor me trajo a la memoria el regazo materno, donde nada me faltaba.

Presencié el grave deterioro al que mi tío Alonso, de 85 años, está siendo sometido por su Alzheimer y su Parkinson, y junto con él la terrible depresión de mi tierna y paciente tía Aurora – y la que comprensiblemente se le está acabando la paciencia. Me gustó ver como mi primo Leoncio recoge a su padre en su coche para llevarlo a recorrer el Bierzo cada mañana de domingo. Creo que es un detalle que demuestra su valor como hijo y como ser humano. Disfruté de las aventuras de mi tío, en su Centro de Día, detalladas con gracia por mi prima Choni, y de cómo un hombre que apenas pudo ir a la escuela, ahora ha encontrado el maravilloso estímulo del aprendizaje en los ejercicios sencillos de un bebé de guardería. ¡Ah...y no quiere volver a casa sin terminar sus tareas! ¿No es fantástico?

Dormímos – mi hijo y yo – en las antiguas camas heredadas por mi madre, en la parte más alta de la casa de mis primos, desde donde se divisan mejor las perennes montañas del Bierzo...a las que llevo grabadas en mi retina, vaya donde vaya...

Recorrimos el Barrio de Abajo, encontrando a las antiguas amigas de mi madre, repitiéndome la eterna cantinela: ‘¡Ay, eres Isabelita...cuanto tiempo! ¡Estás como siempre!

Las novedades incluyeron: quien había muerto en estos años, pocas bodas de gente que ya no conozco, el cambio de la Cruz donde se junta el Concejo, y el enfado de Elena porque trasladaron la fiesta de San Pedro y este año no se celebró – como siempre- en el Campo sino cerca de la discoteca, porque según ella: ‘¡Ya no hay respeto a nada..el dinero manda, querida!¡ Pero a mí no me la dan!...Mira, aún así..¡varias personas vinieron a comer mi rosca!’ Y , hay que reconocer los poderes misteriosos de su rosca – una vez que la pruebas ya estás enganchada a ella...¡para siempre!

Dehesas en un hermoso pueblo para nacer, vivir y dormir el sueño eterno. No me extrañó cuando la primera vez que Vicente llegó él me dijera: ‘Berta-Isabel, por favor, cuando me muera tráeme aquí. Me gustaría estar aquí para siempre. Esto es tan hermoso, tranquilo..¡y todo huele tan bien!’ Espero que esté feliz por eso...Ahora – dejada atrás la impotencia y la desesperación, quiero emprender un nuevo sendero. Me siento bien de que mi pueblo acoja y conserve la memoria de mis seres queridos.

Madrid, 17 de julio de 2008

jueves, 10 de julio de 2008

CRÍTICA: Manifiesto ¿por qué?

La Academia Francesa de la lengua ha expresado su inquietud y reservas ante el hecho de que se haya planteado, por parte de los legisladores franceses, el reconocimiento en la Constitución francesa de las lenguas regionales (unas 72) que se hablan en Francia.

Seguramente la Academia del país vecino quiera prevenir antes que curar aplicándose uno de nuestros sabios refranes que dice “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”. Después de haber observado la degradación a la que la lengua oficial de España está siendo sometida, no es de extrañar que los académicos franceses expresen sus fundadas reservas al respecto.

Los franceses tienen, debido a sus larga andadura democrática, muy claro lo que quieren para su nación y cual es su lengua común, y además gozan de la ventaja de que nadie les puede acusar de “franquistas”. Aquí aún hay muchos que no saben lo que significa ser español ni demócrata. Después de 30 años de régimen pre-democrático, nos encontramos en la paradoja de tener que redactar o firmar un manifiesto en defensa del idioma común de todos los españoles -y de nada menos que de más de 450 millones de personas en el mundo-, porque lo establecido en la fracasada Constitución de 1978, sobre la lengua oficial en España- es vulnerado por los gobiernos autonómicos, con la complicidad del gobierno de la nación y las altas instancias judiciales.

Es obligación de todas las instituciones de un Estado, velar por el cumplimiento de la ley, que incluye el derecho de todos los habitantes de esa nación a expresarse y a recibir educación en la lengua oficial del Estado. Y esto no se da en España. Porque este derecho se nos está negando habitualmente en Cataluña, el País Vasco, Comunidad Valenciana y, ahora también en Galicia, donde se nos trata como a extranjeros en territorio nacional, con la complicidad del poder judicial y de todos los gobiernos que hasta ahora hemos sufrido los españoles.

¿A quienes perjudica más esta situación? Como siempre a las clases más desfavorecidas. A las se les está prohibiendo el derecho a la educación y el acceso a millones de fuentes de información (¡102 millones de usuarios utilizan Internet en español!). Mientras que la oligarquia de las Comunidades autónomas se aseguran de que sus hijos reciban educación bilingüe.

¿Porqué hemos llegado a esta situación? Porque en España no tenemos Estado de Derecho, ni régimen democrático, puesto que no existe independencia del poder judicial, ya que sus miembros son nombrados por los gobiernos de turno, al más puro estilo dictatorial. Y siguiendo esta tendencia dictatorial actúan los gobiernos autonómicos, tratando de imponer por la fuerza la lengua co-oficial de su autonomía, en detrimento de la oficial común.

¿Porqué contra el español y no contra el inglés? Se preguntarán muchos... porque ustedes pueden encontrar en inglés -pero no en español, absurdamente- la mayoría de las páginas web de los organismos oficiales de estas Comunidades autónomas. No tengo nada en contra de ninguna lengua – y pienso que cuantas más sepamos mejor- pero sí creo que es necesaria la defensa y el fomento de la lengua propia de todas las comunidades autónomas de España. de la cual reniegan los gobiernos autonómicos-, que es en la que nos entendemos todos los españoles.

Madrid, 9 de julio, 2008

Para leer el "Manifiesto por la lengua común"

¿Quieres saber cuántos lo han firmado hasta ahora o deseas adherirte a él? Entra aquí

Se han concedido permisos para que este artículo sea publicado en la web de UPyD

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domingo, 27 de abril de 2008

RELATO: La brisa















Miró por la ventana enrejada.

¡Qué maravilloso estaba el trozo de jardín, que se divisaba en la franja que iba de un extremo a otro de la ferruginosa celosía!

El césped se extendía como una brillante alfombra verdosa, donde los pies de los que entraban y salían, iban dejando una huella, que solía desaparecer a los pocos segundos. La naturaleza se apresuraba a borrar todo rastro de humanidad sobre él...¡también podrían, mejor, encaminarse por el sendero empedrado! Pero algunos se empeñaban en irrumpir la solitaria quietud que solía reinar bajo el gran sauce llorón.

En aquel instante el gran árbol se dejaba mecer suavemente, soltando al viento sus colgantes mechones, los iba entrelazando unas veces y desenmarañando otras, de un lado a otro, una y otra vez. A él le atraía aquel vaivén. Podía pasarse horas con la mirada fija, como embrujado por aquel movimiento cinestésico. Nunca podría aprendérselo de memoria. Unas veces furioso, otras lento... a veces inclinado el árbol hacia un lado otras hacia el otro... unas veces agachándolo otras elevándolo... pero siempre imprevisible.

A él le hubiera gustado saber más, ir más lejos con la vista, pero no alcanzaba.

Pestañeó, carraspeó, pero no estaba seguro de si su carraspeo había sido perceptible, tragó saliva, notó sequedad en sus labios...¡agua, necesitaba agua! Había un surtidor justo detrás a la derecha, junto a la pared, recordaba... necesitaba volverse... quería que su piernas obedecieran sus órdenes... lo intentó, una y otra vez... pero todo fue en vano...

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿tenía aún el tiempo sentido?

Los verdes se fueron tornando cada vez más oscuros, lenta, pero irremediablemente, hasta que los colores se volvieron opacos, y luego llegaron las sombras, el cese del ir y venir, el viento se cansó de fustigar. El sauce dejaba caer sus melenas lánguidamente y empezó a moverse con pereza.

La luz de la luna entró a iluminar la estancia.

Debía de haberse quedado adormilado. Ahora sus manos se veían resaltadas por la luminosidad que les caía de fuera. Las había visto, un día tras otro tornarse cenicientas y como sarmientos, ¡extraño el un hombre de 35 años! De nuevo la terrible sed...el intento de acercarse a la fuente... Se abrió la puerta... El dulce y amable rostro de la joven de blanco se inclinó hacia él. Sus hermosos cabellos rubios casi se posaron sobre su hombro. Luego le miró de frente, adivinando su sonrisa. Sabía que le estaba diciendo algo ¿pero qué? Notó el roce suave, como de un pañuelo, limpiando con esmero sus párpados y sus lagrimales...umm! ella siempre le olía a trigo recién cortado -¿cómo sería el tacto de sus cabellos?...de seda, seguro- pensó él. Notó que ella comprobaba si aquel líquido transparente que bajaba sin cesar, invadiendo su cuerpo, estaba en su sitio.

Luego desapareció la visión del ventanal. Vió la fuente al fondo. Todo giró. Ella lentamente lo sujetó por debajo de los hombros. Lo arrastró hacia arriba. Lo despegó, y lo lanzó con cuidado pero con fuerza y energía hacia la superficie blanca, estirada, con olor a limpio, y lentamente extendió todo su joven cuerpo sobre ella. Ahora el techo era su horizonte. Lo cubrió con cálida blancura. Le inclinó la cabeza dejándolo un poco ladeado...ah! de nuevo su mirador. Siempre le producía una sensación de inseguridad perder su vista... Necesitaba saber que el sauce le acompañaba día y noche..y su interminable movimiento le mecía en sueños.

Ella se acercó a la cristalera, dejó caer el cierre hermético, y ...¡por fin! una nueva atmósfera invadió el cuarto enrarecido llenándose de oxigeno fresco. Cuando ella se apartó del frente, una suave brisa llegó hasta su rostro, acariciándolo y reconfortando todo su ser y su espíritu. Era el ritual esperado cada noche, la droga que no le podía faltar. Aquella brisa era lo único que daba sentido a su vida.

Ella volvió a acercarse a su rostro. Esta vez limpiando el contiguo flujo que solía salir de entre sus labios día y noche. Dejó con cuidado, bajo su mejilla derecha, una tela suave y cálida. Él sabía que lo estaba mirando de frente y diciéndole algo otra vez, porque notaba la calidez de su aliento...pero la oscuridad le impedía ahora vez su rostro. Cuando acabó de limpiar su boca, ella indudablemente se dirigió a la puerta. La abriría despacio, como si tuviera miedo de que él pudiera escucharla. Luego él adivinó que desaparecía, como cada noche, tras la puerta...

De nuevo regresó la suave brisa... acariciando su piel... Aquella era sólo suya...la tenía sólo para él toda la noche, ... y hasta temprano por la mañana.

Madrid, 27, abril, 2008